Apocalipsis

El Reino Eterno de Dios

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Gary DeLashmutt

Revelation 21-22

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Introducción

"Lo que importa en la vida es la jornada (recorrido, viaje), no el destino." ¡Qué falso! Esto es (en el mejor de los casos) una concesión a un agnosticismo dogmático ("dado que no podemos saber hacia dónde vamos finalmente, sencillamente intenta enfocarte en el ahora") o (en el peor de los casos) un deliberado engaño a si mismo. ("No quiero pensar en mi futura aniquilación, así que simplemente me enfocaré en esta vida"). Según la Biblia, podemos saber el destino. Y por lo tanto, si bien el viaje es importante, el saber el destino es aún más importante porque esto es lo que provee dirección para el recorrido, le coloca significado, y te fortalece cuando el viaje es difícil.

Es por esto que el libro de Apocalipsis (y la Biblia) sería deplorablemente incompleta sin la cuarta visión, la visión del reino eterno de Dios…

Conceptos equivocados con respecto al "cielo" corregidas

Antes de ver la visión de Juan con respecto al reino eterno de Dios, primero corrijamos algunos de los populares conceptos equivocados del "cielo".

"Será incorpóreo". Esto es Griego/Gnóstico/Nueva Era—"el cuerpo es la prisión del alma." Pero la Biblia dice que los humanos son esencialmente "espíritus con cuerpos". Por lo tanto, mientras evitamos la garrafal sensualidad del animismo y del Islam, el reino eterno de Dios será físico y tendremos cuerpos los cuales serán cuerpos glorificados apropiados para la ocasión.

"Será estático y aburrido". Esto es como la visión del "bebé en pañales flotando sobre una nube y tocando un arpa". Pero la Biblia dice que dado que los humanos fueron creados para trabajar en forma creativa, la eternidad involucrará el placer de la creatividad (por ejemplo, música) y logros (por ejemplo, responsabilidad administrativa).

"No habrá libre decisión." Esta visión razona que dado que la libertad de decisión involucra el riesgo de rebelión, y dado que en el cielo se garantiza la sumisión armoniosa a Dios para siempre, por lo tanto cada persona que logre llegar al cielo recibirá "una lobotomía frontal" en este sentido. Pero la Biblia dice que dado que los humanos fueron creados con libertad de decisión, el cielo preservará y la perfeccionará. Evidentemente el registro histórico del amor de Dios y de la sabiduría, y de la locura de la rebeldía y su capacidad de destrucción será tan claro que la gente libremente e inteligentemente elegirá adorar y seguir a Dios.

"Todos serán iguales". Esto pervierte el cielo hacia una pesadilla de un Estado Industrializado en el cual la identidad individual, su creatividad, su diversidad están aplastados bajo la conformidad de "lo bueno". Pero la Biblia dice que Dios se deleita en la diversidad (su testimonio es la creación) y él creó a los humanos con una diversidad rica. Libres de la mancha del pecado y recompensados por nuestro servicio en esta vida, la verdadera diversidad humana será perfeccionada en el cielo.

Estas correcciones nos dicen lo que el cielo NO es, y un poco de lo que SI será—pero estas descripciones no alcanzan a llegar al corazón de lo que será. Por eso, necesitamos Apocalipsis 21 y 22…

¿Cómo Será?

Nótese: Debido a que el reino eterno es similar a y al mismo tiempo muy diferente de la existencia presente, Dios debe describir sus similitudes a través de metáforas/analogías y sus diferencias a través de negaciones. Pero incluso esta descripción limitada es más que suficiente para deleitar, inspirar y fortalecer.

Leer 21:1 Aquí aprendemos dos cosas básicas acerca del reino eterno de Dios.

Será un "nuevo cielo y una nueva tierra" debido a que "el primer cielo y la primera tierra pasarán". ¿Quiere decir esto que Dios destruirá este universo y creará ex nihilo (de la nada) un universo completamente nuevo (ver 2Pedro 3:10-13; Hebreos 12:26-28)? ¿O quiere decir esto que Dios limpia completamente este mismo universo de toda mancha y pecado (implicado en 21:5 y la continuidad de cuerpos resucitados)? Sin importar, será una nueva orden de realidad la que es perfectamente ajustada para la vida eterna de la gente de Dios.

En la visión de Juan, estos nuevos cielos y tierra no tienen "mar". Esto es casi ciertamente figurativo. Recuerda que en visiones previas, el mar simbolizaba las naciones del mundo en conflicto perenne entre ellas (Apocalipsis 13:1; 17:15). En el reino eterno de Dios, paz y serenidad reinará entre sus habitantes.

Ahora Juan describe su visión con mayor detalle. Nótese los tres símbolos que él utiliza que comunican la esencia de la vida en el reino eterno de Dios.

Leer 21:2ª. Él ve una "ciudad santa" ("Nueva Jerusalén"). ¿Cuál es el hecho principal de estas ciudades? Que están llenas con gente que interactúa entre ellos es varias maneras. Por supuesto, el cielo será diferente ("santo") de las ciudades de hoy en día porque no estarán llenas con tacos de autos, polución de aire y contaminación acústica, crimen, etc. Pero estará llena con la gente redimida, glorificada que interactúan entre ellos. A la inversa (aunque estoy seguro que habrá soledad), no será solitario (¡más como la definición de infierno de la Biblia!).

Pero la ciudad santa no es sólo gente que se relaciona unos con otros. También se relacionan con Dios en una intimidad gozosa. Es por esto que Dios describe la ciudad santa "está lista como una novia para su esposo" (leer 21:2b). Tanto al Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento emplean esta metáfora de Dios como el marido y los creyentes son como la novia para enfatizar el deseo de Dios de tener una profunda unión con su pueblo.

En Israel, el matrimonio ocurría en tres etapas. Primero, los padres del novio se colocaban de acuerdo con los padres de la novia y pagaban una dote por ella. Entonces comenzaba los esponsales (compromiso/promesa de matrimonio), durante el cual la novia se preparaba. Luego llegaba el día de la boda, cuando el novio viene al hogar de los padres de la novia para tomarla como su mujer y en procesión se dirigían hacia la fiesta del matrimonio—una fiesta que duraba varios días para celebrar su unión.

La dote de Dios por nosotros era la muerte de su Hijo, Jesús. Durante el tiempo entre las dos venidas de Jesús, todos los creyentes son esponsales para Jesús (cf.2Corintios 11:2) —preparándonos a través de nuestro crecimiento espiritual y servicio en esta vida. Luego viene el matrimonio, cuando Jesús vuelva a tomarnos como su esposa en una unión profunda y eterna, y a celebrar esta unión con nosotros. Lejos de perder nuestra individualidad a través de esta unión (como ocurre en el panteísmo), retendremos y floreceremos como individuos en la medida que nos relacionamos con Dios en amor perfecto y eternamente profundo.

El tercer símbolo está ligado junto a los dos primeros símbolos. Después de mostrarle a Juan la "ciudad santa" y describirla como su "novia", él ahora la describe como su "tabernáculo" (leer 21:3). El tabernáculo (más tarde el Templo) era un símbolo del deseo de Dios de morar dentro de todas su gente y quería que todos experimentaran su presencia juntos.

Desde que Jesús vino y murió por nuestros pecados (lo que hizo posible para Dios que morara en nosotros), los creyentes son el tabernáculo/templo de Dios porque él mora en nosotros con su Espíritu. Pero cuando Jesús vuelve, experimentaremos y gozaremos la presencia de Dios juntos tan profundamente que nuestras experiencias más profundas de cercanía con Dios y otros en esta vida (ORACIÓN EN GRUPO) palidecerán como si fueran "depósitos en cuotas".

Le esencia del cielo, por lo tanto, es la comunidad perfecta de Dios y su gente. La realidad máxima no es tiempo + materia + casualidad, el uno con el Todo impersonal. La realidad máxima es el Dios de la Biblia, y este Dios es personal. De hecho, el Dios de la Biblia es una comunidad de relaciones de amor perfectas (explicar la TRINIDAD). Este Dios nos ha creado a su imagen, lo que significa por sobre todas las cosas que podemos experimentar una unión de amor, de relación, profunda con él y con otras personas. Es por esto que Jesús dice que la vida eterna es conocer a Dios personalmente (Juan 17:3). El cielo será la respuesta a la oración de Jesús en Juan 17:21-24 (leer).

La mayor parte del resto de la visión (21:9-22:5) simplemente elabora sobre esta verdad. Por esta razón, cuando el ángel le dice que le va a mostrar a Juan la "novia" (21:9), lo que en realidad ve Juan es la "ciudad santa" (21:10).

Es por esto que la "ciudad santa" se describe como teniendo 12 puertas con los nombres de las doce tribus de Israel (21:12) y 12 rocas como fundaciones con los nombres de los 12 apóstoles (21:14). El reino eterno de Dios estará lleno de creyentes provenientes de Israel del Antiguo Testamento y de la iglesia del Nuevo Testamento.

Es por esto que la "ciudad santa" tiene forma un cubo colosal (21:16b). ¿Cuál es el punto? "El cubo es simbólico: existe un solo cubo en el Antiguo Testamento, y ese el Lugar Santísimo del templo, donde sólo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año, llevando sangre por sus propios pecados y por los pecados del pueblo. Ahora la ciudad entera es el Lugar Santísimo: la culminación de todo el pueblo de Dios que están perpetuamente bajo el esplendor sin restricción de su gloriosa presencia" Ya no hay necesidad de un templo (leer 21:22).

Es por esto que Juan ve lo que hay en el centro de la ciudad (leer 22:1-2ª). El "agua de la vida" es una referencia a Juan 7:37-39 (leer) —que el Espíritu de Dios habite en forma personal dentro de nosotros. El "árbol de la vida" es una referencia a Génesis 2,3—el gozo de los humanos viviendo juntos en una unión amorosa con Dios en vez de rebelarse y vivir separados de él y separados unos de otros.

Es por esto que 22:4 es una destilación de toda esta revisión (leer). Inclusive esto es simbólico, dado que Dios no tiene cara, y nosotros no tendremos tatuajes. Pero juntos conoceremos completamente a Dios y seremos totalmente conocidos por Él (1Corintios 13:12).

Debido a que el cielo será como lo antes mencionado, por definición todos los efectos del pecado y de la alienación de Dios serán anulados. Es por esto que no habrá más tristezas o muerte (21:4), no más peligro de los enemigos (21:25b, 27), no más "noches" (22:5—probablemente simbólico y se refiere a engaño espiritual), o no más maldiciones (22:3ª—sicológica, sociológica, daño ecológico). ¡Alabado sea Dios!

Recordatorios de Conclusión

En la medida que uno reflexiona en este libro y (específicamente) en la visión de Dios con respecto al reino eterno, Juan quiere que recordemos las tres siguientes cosas:

Puedes contra con el hecho de que esto realmente ocurrirá. Leer 22:6-7. Estas palabras son completamente confiables, porque el mismo Dios que inspiró a sus profetas para predecir en forma tan precisa muchos eventos, (CLAVE DE LOS DETALLES DE LA PRIMERA VENIDA; REUNIÓN DE ISRAEL; etc.) también inspiró a Juan para que escribiera estas palabras.

Todo esto es nuestro por las preguntas. Leer mal 22:17 ("... toma el agua de vida ganándotela con tus buenas obras"). NO, Jesús dice "¡…sin costo!" ¡Dios desea tanto que tu tengas parte en esto que él ha pagado el precio del gran costo de tu pasaje (a través de la muerte de Jesús) para poder ofrecértelo sin costo alguno! La única condición es que "laves tus ropas" (leer 22:14) en la sangre de Jesús—que personalmente recibas el perdón de Dios a través de la muerte de Jesús por tus pecados. ¿Cómo podría Dios colocarlo de manera más clara que con estas palabras, que él quiere que tú estés allí, que ningún pecado tuyo te puede descalificar, que no te costará nada porque él pagó todo por ti? ¿Has hecho esto? Si no, ¿por qué no hacerlo inmediatamente?

La única alternativa es el destierro permanente del reino de Dios (leer 21:8). No hay segunda oportunidad, no existe la aniquilación, etc. —sólo cielo o infierno. ¿Por qué no habrías de escoger esto cuando puedes tener la alternativa?

Notas al pie

“En una intensa metáfora, Pedro predice el método por el cual esta tremenda metamorfosis y renovación tendrán lugar (cita 2Pedro 3: 10-13)…Estos cielos han sido la esfera en la cual Satanás ha llevado a cabo sus actividades. Debido a que contamina todo lo que toca, estos deben ser limpiados por fuego. Debido a que esta tierra ha sido también el anfiteatro en el cual el drama de la redención ha sido presentado, será, como un fénix, levantado de sus cenizas por el poder de Dios hacia una gloria nueva e inimaginable--- el cuadro es el de un universo transformado, perfeccionado, purgado de toda cosa que es maldad y que se exalta a si mismo en contra de Dios. Es "nuevo", no en el sentido de ser una nueva creación, sino de ser nuevo en carácter—un lugar que es digna de ser la residencia de Dios y de su pueblo redimido. Es nuevo por la presencia de una nueva comunidad de gente, completamente fiel al Dios y al Cordero." J. Oswald Sanders, Heaven: Better By Far (Cielo: Lejos lo Mejor) (Grand Rapids: Discovery House, 1993), pp.133-134.

D. A. Carson, For the Love of God (Por el Amor de Dios) (Wheaton: Crossway Books, 1998), reading for December 30.

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