Romanos

Comunidad Cristiana

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Gary DeLashmutt

Romans 12:3-10

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Introducción

Vimos la última semana (12:2ª) que Dios quería transformar nuestras vidas la medida que renovamos nuestras mentes. A medida que aprendemos la perspectiva de Dios en cada una de las áreas más importantes y damos pasos de fe para actuar consistentemente con su perspectiva, su poder es liberado para cambiarnos radicalmente de adentro hacia fuera.

Es así como somos salvados. No haciendo un montón de obras o ritos para Dios, o al ser llevados en alguna dramática experiencia, sino que entendiendo el mensaje de la muerte de Cristo que pagó por nuestros pecados y escogiendo recibir su regalo por fe (Ef.1:13,14).

Y así es como crecemos espiritualmente una vez que hemos recibido la salvación. En la medida que Pablo desarrolla cómo se ve una mente renovada y una vida transformada, él comienza de manera diferente a como lo haríamos nosotros. Muchos de nosotros comenzamos con un estudio privado de la Biblia u oración, pero Pablo comienza con nuestro compromiso/involucrarme con otros cristianos. A no ser que aprendas la perspectiva de Dios en tu relación con otros cristianos y comiences a actuar consistentemente con esto, ¡obstaculizarás en forma substancial la transformación de Dios en tu vida! Así que esta mañana, saltaremos desde Romanos 12a una miniserie en comunidad cristiana.

“¿Qué tipo de compromiso/involucrarme debiera yo tener con otros cristianos? Normalmente los cristianos intentan responder esta pregunta con una lista de pasos prácticos (EJEMPLOS). Algunos de estos ni siquiera son bíblicos, como lo veremos. Otros son bíblicos, pero no son el lugar apropiado para comenzar. Pablo comienza en un nivel más profundo, más abstracto: el nivel de nuestra identidad…

La comunidad cristiana comienza aprendiendo quién eres tú.

Leer 12:3. El compromiso/hecho de envolvimiento adecuado en una comunidad cristiana comienza con un apropiado entendimiento de quién eres tú.  Pablo advierte en contra de la megalomanía (y por implicancia, inferioridad) en esta área, y nos urge en cambio a pensar “sanamente” con respecto a nosotros mismos.

¿Qué quiere decir tener una “sana visión de ti mismo” en esta área? Leer 12:4,5.  Significa comprender que si has recibido a Cristo, tú eres un miembro interdependiente del cuerpo de Cristo. Cristianos individuales están relacionados unos con otros de la misma manera que los órganos de nuestros cuerpos físicos están relacionados unos con otros.

En tu cuerpo físico, cada uno de tus órganos son únicos e individuales, sin embargo la identidad de cada uno es esencialmente corporativa. Cada uno descubre su identidad en su relación con los otros órganos. Cada uno necesita la contribución de otros órganos, y cada uno hace una contribución vital al resto de los órganos. En un cuerpo sano, cada órgano funciona consistentemente con su identidad. Si alguno de los órganos comenzara a funcionar de una forma contradictoria, seguramente se enfermaría.

Imagínate que hoy en la noche mientras duermes, tu hígado desarrolla una capacidad de darse cuenta quién es, libertad de lección y de auto expresión. Supongamos que te despierta, al día siguiente en la mañana, diciéndote “¡Me siento apretado por estos otros órganos, están perjudicando mi desarrollo como individuo! ¡Quiero ser libre para ser yo!” o qué si otro órgano te dijera: “Siento que soy un apéndice innecesario. Realmente no importa si contribuyo en algo a este cuerpo ¡estará bien sin mí!” ¿Cuál sería tu diagnóstico si la estimación de si mismo del hígado fuese cierta? Sería  enfermizo, porque la visión de si mismo es fundamentalmente diferente de como en realidad es el caso. Y a no ser que cambie su estimación de si mismo, ¡tú estarías muerto antes que puedas obtener un transplante de hígado!

¿Es ésta una historia estúpida? ¡Por supuesto! Pero tiene un punto: Lo que afirmamos con respecto a nuestros miembros del cuerpo físico, a menudo lo negamos con respecto a nuestra membrecía en el cuerpo espiritual de Cristo. Por múltiples razones, desde la ignorancia bíblica hasta una testarudez voluntaria e incredulidad, pensamos que somos autosuficientes o superfluos en nuestras relaciones con otros cristianos.

Esta es un área mayor de conformidad en el mundo, de la cual hablamos la semana pasada.  Nuestra cultura ha glorificado por largo tiempo el ideal de individualismo autónomo, el cual enfatiza la libertad individual más que las responsabilidades comunitarias. De manera que colocamos esta mentalidad en nuestro cristianismo. Es verdad que cada uno de nosotros podemos tener una relación personal con Cristo, pero esto termina en una visión de la espiritualidad tipo “sólo Jesús y yo”.

Por este motivo la mayoría de los cristianos americanos hablan de “ir a la iglesia”, lo cual es un concepto profundamente equivocado. La iglesia no es un edificio en cual entramos y salimos; es una comunidad de gente que pertenece a Cristo y por lo tanto son miembros los unos de los otros. Es por esto que la membresía en una iglesia local es normal en nuestra cultura. Refuerza la ficción de que el verdadero compromiso de  involucrarme con otros cristianos es una opción, mientras que en el Nuevo Testamento enseña que cuando te reconcilias con Dios automáticamente te haces miembro del cuerpo de Cristo.

Pero sin importar lo que pensamos o creamos, aún somos miembros del cuerpo de Cristo y por lo tanto de los unos y los otros. Esto es una visión enfermiza y a no ser que la corrijas y personalmente lo afirmes delante de Dios, no podrás progresar espiritualmente más allá de un nivel primitivo.

NEE: “…en Cristo he muerto a la vieja vida de independencia…y no sólo me he vuelto un miembro individual creyente sino que un miembro de su Cuerpo. Existe una vasta diferencia entre los dos. Cuando veo esto, debiera de una vez terminar con la independencia y buscar la comunidad. La vida de Cristo en mi gravitará hacia la vida de Cristo en otros.”

Conozco esto por experiencia personal. Aunque he tenido acceso a la comunidad cristiana desde el comienzo, yo quería una relación con Cristo autónoma y autosuficiente. Pero él me resistió. Mi relación con él no fue a ninguna parte. Arrepintiéndome de esto y tomando mi lugar como miembro de su Cuerpo fue la decisión que liberó el poder transformador de Dios en mi vida. Y a través de mi vida cristiana, ha habido una correlación directa entre involucrarme con otros cristianos y mi vitalidad espiritual y efectividad. Mucho de lo que Cristo me ha dado (AMOR; GUÍA; ÁNIMO; CORRECCIÓN; VISIÓN CON RESPECTO A SU VOLUNTAD PARA MI VIDA) ha venido a través de su Cuerpo.

Algunos de Uds. están aquí hoy. Dios no cambiará las reglas por ti; él está llamando a ponerte en la línea con la forma que él opera. Ponte de acuerdo con él con respecto a que eres un miembro de su Cuerpo y que necesitas a los otros miembros.

La Comunidad Cristiana requiere con tú actuar consistente con tú persona

Ahora podemos comenzar a responder la pregunta: “¿Cuánto debiera involucrarme con  otros cristianos?” Básicamente  la respuesta  es: “Necesitas involucrarte lo suficiente como para actuar consistentemente con tu identidad como miembro del cuerpo de Cristo.”  Llamamos a esto “vida de cuerpo” o “estar en comunidad” y sucede en un par de formas.

La primera forma que Pablo menciona, es que hacemos esto al ejercitar regularmente tus dones espirituales. Lo describe en 12:6-8 (leer).

Al igual que los órganos de nuestros cuerpos físicos, Dios nos ha diseñado en formas únicas para armar su Cuerpo. Los dones espirituales son habilidades espirituales especiales como las mencionadas aquí (explicar brevemente).

Lo que se necesita para un compromiso adecuado, entonces, es ir a las reuniones regularmente. Lo que se necesita es tu función (12:4), la contribución de tu don ministerial. No estás completamente involucrado hasta que hayas tomado el rol para el cual Dios te ha dotado y cuando lo hayas tomado, el rol es una parte clave de tu identidad como cristiano.

Cuando ayudas a otros en las áreas de tus dones, tú estás armando el cuerpo de Cristo en una manera poderosa. ¡También experimentas una gran satisfacción de que Dios está trabajando a través de ti!

¿Cómo descubres tus dones espirituales? Increíblemente, el Nuevo Testamento no da una respuesta directa a esta pregunta. Es como encontrar un área de pericia en un equipo de deportes, al parecer se asume que aparecerán con el tiempo, a medida que aprendemos primero las habilidades fundamentales, que es lo que Pablo describe en el siguiente párrafo…

Leer 12:9,10,13,15. Pablo está describiendo el tipo de relación centrada en Cristo que todos los cristianos debieran tener con algunos de los otros cristianos. ¿Estás involucrado lo suficientemente con otros amigos cristianos donde el mostrar afecto entre Uds. se convierte en algo normal y natural (12:10)? ¿Estás involucrado lo suficiente con amigos cristianos de tal manera que conocen sus necesidades prácticas y está tratando de suplirlas (12:13)? ¿Estás lo suficientemente involucrado con algunos amigos cristianos de tal manera de estar afectados emocionalmente por las vidas cada uno (12:10)?

En realidad está haciendo eco del mandato de Jesús en Juan 13:34,35 (leer). ¿Cuán involucrado los unos con los otros debiéramos estar? Lo suficientemente involucrados como para dar y recibir el amor los unos de los otros de todas las formas que Jesús amó a sus discípulos. Esto es lo que nos hace crecer espiritualmente y esto es lo que atrae a los no cristianos a Cristo, especialmente en una cultura que no sabe cómo tener éxito en relaciones cercanas.

Es tan importante que los discípulos a propósito desarrollaron este mandamiento a través de una variedad de imperativos “unos a otros” como los que acabamos de leer en Rom.12.

Existen por lo menos 50 versículos que usan las frases “unos a otros” o “cada uno” explicando cómo debiéramos estar involucrados en la vida entre nosotros. Aquí tenemos algunos ejemplos (ÁNIMO; CORRECCIÓN; CONFESIÓN; PERDÓN; ACEPTACIÓN). ¿Estás involucrado con algunos amigos cristianos lo suficientemente donde estas cosas están sucediendo (en ambas direcciones) en forma regular?

Comenzando la próxima semana, veremos con más profundidad varios de los imperativos “unos a otros” más importantes para enfocarnos en cómo podemos relacionarnos prácticamente unos con otros de estas maneras. Comenzaremos la próxima semana con “servirse los unos a los otros”.

Conclusión

Antes de cerrar esta mañana, escuchemos la explicación de  Julie Lamber con respecto a la diferencia que ella descubrió entre ir a la iglesia y estar involucrado en la comunidad (VIDEO).

Involucrarse en un grupo es una gran manera de comenzar…

BUSCADORES: Aunque pueden mejorar sus relaciones (MATRIMONIO; FAMILIA; TRABAJO) hasta cierto punto utilizando esta información, sacarán mayor provecho si comienzan una relación con Cristo. ¿Por qué? Porque él proveerá una fuente de motivación y poder que hace que el cambio sea posible de manera profunda y duradera.

Notas al Pie

Watchman Nee, The Normal Christian Life (Fort Washington, Pennsylvania: Christian Literature Crusade, 1984), p. 219.

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