1 Corintios

Crece en el lugar que fuiste plantado

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Gary DeLashmutt

1 Corinthians 7:17-24

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Introducción:

Recordatorio del contexto: preguntas domésticas que los cristianos hacían a los corintios.

Pablo es un consejero de primera. El responde a sus preguntas recordándoles de los absolutos morales bíblicos (como el lugar adecuado para el sexo), advirtiéndoles sufrimientos que amenazan, y refiriéndose a principios bíblicos más amplios. En versículos 17-24, Pablo enuncia el principal principio a partir del cual él aconseja en este pasaje...

El principio

Leer vs.17-24. Tres veces (vs.17, 20, 24) Pablo hace el punto, y vs.17b pone en claro que esto es un principio universalmente relevante. PRINCIPIO: Crece donde has sido plantado.  Debiéramos aceptar nuestra vida en la situación  presente y enfocarse en servir a Dios dentro de esta condición.

Él no está hablando a cerca de cambios morales o espirituales-- claramente Dios tiene cambios radicales en mente en estas áreas. Más bien, él aplica esto a temas de situaciones en la vida que estaban presionándolos en sus vidas: ORIENTACIÓN ETNO-CULTURAL; ESCLAVITUD; SITUACIÓN MATRIMONIAL.

Por otro lado, es igualmente claro que Pablo ve esto como un principio, y no como un absoluto.  En otras palabras, existen válidas excepciones a estos principios. Sabemos de esto porque él reconoce excepciones a estos principios en cada área que él menciona: SITUACIÓN MATRIMONIAL (7:26-28); SITUACIÓN DE ESCLAVITUD (7:21b); ORIENTACION ETNOCULTURAL (9:19-21; Hechos 16:3).

Entonces, ¿Cómo podemos aplicar este principio? ¿Para qué sirve un principio que tiene excepciones? Tiene su primera aplicación para ambos tipos de situaciones: aquellas que no pueden cambiar fácilmente, y la aplicación secundaria para aquellas que sí pueden cambiar fácilmente...

Situaciones adversas en la vida no deben impedir que tú tengas éxito y una vida plena.

Evidentemente, a los cristianos corintios se les decía que a menos que ellos pudiesen cambiar sus situaciones en la vida, ellos estaban condenados a una vida de ciudadano espiritual de segunda clase (SIN MATRIMONIO O CON SEXO DENTRO DEL MATRIMONIO;  JUDÍO/GENTIL TIRANÍA ESPIRITUAL; ESCLAVOS SERES ESPIRITUALES INFERIORES). En la mayoría de estos casos, ellos no estaban en una posición para cambiar (EMANCIPACION DE LA ESCLAVITUD). En otros casos, el cambio hubiese sido muy costoso (CELIBATO FORZADO; INCIRCUNSICIÓN). Te puedes imaginar el desánimo que algunos de ellos tenían como resultado de esto.

Esta mentalidad está aún dando vueltas. Algunas veces proviene del mundo religioso en forma de mentalidades no bíblicas de espiritualidad (CLÉRIGO CATÓLICO CELIBATO; DIVORCIADAS EN IGLESIAS FUNDAMENTALISTAS; SOLO EL SERVICIO CRISTIANO A “TIEMPO COMPLETO” ES EL ESPIRITUAL; NIÑEZ SANA/CRISTIANA).  A veces proviene del mundo secular (RAZA Y/O BACKROUND ETNICO; BELLEZA FÍSICA; EDAD AVANZADA; CREDENCIALES EDUCACIONALES; RIQUEZAS; PADRE SOLTERO; DUEÑA DE CASA). Me pregunto, ¿cuántos de nosotros hemos pasado tiempo en compararnos con otros  y concluyendo que no podemos tener una vida cristiana exitosa?

Pablo rechaza esta posición o mentalidad completamente debido a tres razones:

Debido a que llegar a ser pleno y exitoso dependen de conocer y servir a Dios. Y podemos hacer esto sin importar nuestra situación actual. Es por esto que él dice que nuestra orientación étnico-cultural es “nada”-- y lo que realmente importa es seguir la voluntad de Dios, y pueden hacerlo independiente de si son judíos o gentiles (vs.18,19). Así también rechaza la idea de que sólo los que no son esclavos pueden tener una vida espiritual significativa. Los esclavos cristianos ya eran libres (vs.22,23a) en el sentido más profundo. Cristo ya ha pagado por su rescate , y ya son libres del castigo y de la autoridad del pecado y están libres para seguir la voluntad moral de Dios.

Debido a que Dios está soberanamente involucrado en nuestras situaciones en la vida para avanzar sus propósitos. Es por esto que Pablo se refiere a sus situaciones de vida como “los repartos de Dios” (vs.17) y el “llamado” de Dios (vs.20: “condición, estado”). El está misteriosamente trabajando en las circunstancias de nuestra vida para avanzar su propósito y nuestro bien (Rom.8:28). Dios estaba soberanamente involucrado incluso en las situaciones de nuestras vidas antes de ser cristianos. Tal como él trabajó a través de nuestra vida para traerte a Cristo, él puede providencialmente trabajar a través de ella para hacerte crecer y servirle (JOSÉ; JONI EARICKSON).

Debido a que está personalmente presente para darnos poder en todas nuestras situaciones en la vida. Es por esto que Pablo habla de quedarnos “con Dios” en la situación en que fuimos llamados (vs.24). A través del Espíritu Santo, él mora en cada uno de nosotros y puede impartir fuerza para recibir victoriosamente con todas las sorpresas que la vida nos trae, y guiarnos en cómo podemos crecer y servirle en cada situación.

Por lo tanto, ninguna de estas cosas importan en el área más importante de nuestra vida: amar y servir a Dios. Conociéndole hace que estas cosas se desvanezcan en una relativa importancia.  Puedes ser y hacer las cosas más importantes en la vida en cualquier estación de tu vida. Dios puede trabajar en estas mismas situaciones para llevar a cabo grandes cosas y darnos una gran satisfacción. ¡No creas la mentira que tu vida está condenada a ser lo segundo mejor por no poder cambiar ciertas situaciones!

EVANGELIO: Dios quiere que tú seas libre del yugo de mirar en tus circunstancias  incontrolables para buscar realizarte y tener propósito en la vida. ¡Él te hizo para que tú obtengas esto a partir de una relación con él! ¡Admite que has estado buscando en el lugar equivocado, y recibe a Cristo!

Reevalúa la forma en que haces cambios en las situaciones de tu vida

Vivimos en una cultura en la que las opciones disponibles que no tienen comparación (EJEMPLOS), y por lo tanto los cambios de las situaciones de la vida son vistos esencialmente como positivos (y el que no concuerda con hacer cambios es el que tiene que dar las razones en vez de ser al revés). En muchos casos esto es una buena cosa. Yo sé que prefiero tener una mayor libertad de casarme con quien yo anhelo, vivir donde yo deseo, y estudiar una carrera que yo quiero, etc. Pero existen también algunas obligaciones que debemos tomar en cuenta.  Dios tiene una perspectiva muy distinta de como consideramos el cambio en estas áreas, y necesitamos adoptar su perspectiva. Considera las siguientes preguntas...

¿Has aprendido lo que Dios quiere enseñarte en tu situación presente? Esta pregunta está arraigada en la premisa de que Dios ha estado soberanamente involucrado en tu situación presente, especialmente en las dificultades que le pertenecen, para hacerte madurar (Santiago 1:2-4; Rom.5:3,4; Heb.12).

El hecho es que muchos de nosotros creemos que la felicidad/realización personal está primariamente en función de nuestras circunstancias, y por lo tanto la mejor cosa para hacer cuando tus circunstancias son difíciles es salir corriendo e ir hacia lo que parece mejores circunstancias.

¿Son tu jefe y compañeros de trabajos difíciles para trabajar? Renuncia y toma otro trabajo.  ¿Te sientes sola siendo soltera? Cásate con la primera persona que quiere, incluso si no están interesados en la voluntad de Dios. ¿Tienes problemas en tu matrimonio? Divórciate. ¿Te desagrada el clima de tu ciudad? Cámbiate a una mejor. Algunos de nosotros somos transportados en la vida con esta mentalidad “El pasto es siempre verde al otro lado del cerro”.

De hecho puede ser inteligente hacer algunos de estos cambios, pero no debiera ser principalmente debido a que la dificultad que estás experimentando en tu situación actual, o debido a que  estás suscrito a la filosofía del PASTO MAS VERDE. Si sigues esta lógica, desarrollarás el hábito de salir arrancando de las situaciones difíciles, y consecuentemente te perderás mucho de lo que Dios quiere enseñarte a través de tu situación actual. Dios dice que la realización personal está primariamente en función de confiar en él y dejarle a él cambiar nuestro carácter y valores--y él a menudo lo hace en situaciones complicadas. ¿Puedes aunque sea articular lo que Dios te ha tratado de decir en esta situación? ¿Puedes decir que lo hayas sustancialmente aprendido?

SOLTERO: A no ser que tengas el don del celibato, el matrimonio es un objetivo adecuado.  Pero enfócate más en transformarte en la persona correcta que en encontrar a la persona correcta. Tú necesitas desarrollar la habilidad para practicar amor agape en relaciones cercanas. Tú necesitarás la mayor cantidad de desarrollo de carácter que puedas obtener para forjar un matrimonio exitoso. Aprende lecciones profundas acerca de cómo confiar en Dios para que sea tu fuente de seguridad e identidad, para proveerte una esposa espiritual en vez de tomar las cosas en tus propias manos.

MATRIMONIO: Como lo vimos durante la semana pasada, existen razones válidas para decidir por un divorcio. Pero a menudo, no existen bases suficientes--el matrimonio se volvió simplemente más difícil de lo que se anticipaba y tú simplemente querías una salida (“¡No tengo que aguantar esto!”). Es posible que necesites enfocarte más en lo que Dios está tratando de mostrarte a cerca de las falencias de tu propio carácter (EGOÍSMO; FALTA DE PERDÓN, etc.) en vez de enfocarte en las falencias de tu esposo.

TRABAJO: Existen muchas razones válidas para cambiar de trabajo. Pero también existen razones no válidas. ¿Tienes problemas con respetar y someterte a la autoridad? Esto te seguirá en tu próximo trabajo. ¿Tienes problemas con trabajar duro? Esto es un tema de carácter el cual te afectará donde sea que trabajes.

¿Cómo puedes saber si tú has hecho esto? Tú puedes articular las lecciones que has aprendido.  Cuando hayas hecho esto, tu perspectiva completa en la situación cambia. En vez de estar intranquilo, con resentimiento y envidioso, tú puedes estar relativamente contento. Esto es porque has experimentado en un nivel más profundo que la voluntad de Dios para tu vida (y para tú realización personal) no está siendo distorsionado, y porque le has visto proveer con paz, esperanza y gozo (Fil.4:12,13,19). A veces, tú decides no cambiar la situación. A veces, Dios abre las puertas para un cambio de circunstancia en algún punto.

¿Qué valores son determinantes en tu situación? Todos tenemos razones para hacer cambios en estas áreas. La razón principal para la mayoría de nosotros es que creemos que estos cambios van a hacer más expeditas las cosas que valoramos más. ¿Pero tienes los valores adecuados?

Vivimos en un sistema mundano que nos dice que nuestros valores más altos debieran ser los bienes materiales, los placeres sensuales, la gratificación a corto plazo, y fama o poder sobre los demás. Mientras Dios afirma que estas cosas pueden ser legítimamente vividas, él rechaza éstas como goles que no tienen valor para nuestras vidas. El dice que nuestros valores más altos debieran estar centrados en conocerle y servirle: cosas como avanzar en nuestro conocimiento de Su Palabra, tener nuestro carácter transformado, siendo equipados para tener un rol de servicio en avanzar su reino (Marcos 8:34-36).

A veces, podemos “tener nuestra torta y comerla también”. Pero normalmente no podemos.  Usualmente tendremos que escoger entre perseguir los valores de este mundo y los de Dios. El cristiano inmaduro está aún dominado por los valores del mundo y permite que sean la base para tomar decisiones importantes en la vida. Pero el cristiano con mente espiritual está operando sobre bases diferentes. Ser espiritualmente expedito, conveniente (conveniencia espiritual). (DEFINIR)

Estoy perturbado por el número de cristianos (incluyendo en esta iglesia) que rutinariamente hacen grandes decisiones en su vida sin considerar seriamente su conveniencia espiritual.

TRABAJO: ¿Por qué estás tomando ese trabajo? “Porque me da más dinero, está más en línea con lo que me gusta hacer, y tiene potencial de ascender más.” Estas son por supuesto razones válidas para considerar un cambio-- ¿pero que hay de otros temas? ¿Qué hay de cómo afectará tu tiempo para involucrarte en crecimiento espiritual y ministerio? ¿Has rechazado alguna vez algún trabajo porque era muy costoso para tu vida espiritual?

CAMBIO GEOGRÁFICO: ¿Por qué te estás cambiando? “Porque lo planifiqué desde hace mucho tiempo, me gusta más ese lugar del país, tengo parientes allí, el trabajo parece mejor.”  Nuevamente, no hay nada intrínsecamente erróneo con estas cosas-- pero y ¿qué hay de los otros puntos? ¿Sabes si tendrás buenas o mejores oportunidades para crecer espiritualmente, equiparte, y servicio? ¿Cuánto has considerados estas cosas en oración?

MATRIMONIO: ¿Por qué te estás casando con esa persona? “Porque estoy enamorado(a), porque estoy solo(a), etc.” Estas son consideraciones válidas, pero ¿Cuáles son los puntos más importantes? ¿Es él o ella un cristiano comprometido (lo eres tú)? ¿Tienen goles en común para servir a Dios? ¿Has visto evidencia que pueden servir a Dios mejor juntos que separados? ¿Tu relación hace avanzar o desplaza tus caminos con Dios?

Tú tienes la libertad para hacer todas estas decisiones, pero tú también cargas la responsabilidad y enfrentarás las consecuencias de las decisiones tomadas. Aprende a escoger en oración e inteligentemente. Es por esto que buscar consejos en cristianos maduros es de tanta ayuda (PROVERBIOS; ellos saben las prioridades bíblicas, tienen experiencia, ven las implicaciones, etc.)

¿Qué si hiciste algunas decisiones malas? ¡Recuerda la gracia de Dios! El todavía te acepta, está listo para enseñarte y trabajar contigo en el lugar en donde estás... ¡levántate y sigue adelante!

“En el mundo anciano era posible para un esclavo con gran esfuerzo comprar su propia libertad... En el pequeño tiempo libre que tenía, él agarraba otros trabajos y ganaba unos pocos cobres. Su dueño tenía el derecho a reclamar una comisión incluso en estos pequeños trabajos. Pero el esclavo depositaba cada farthing [centavo británico del siglo 13] que podía ganar en el templo de algún dios. Cuando, al final de varios años tenía el precio de su compra ahorrada en el templo, él llevaba a su dueño al templo y el sacerdote le entregaba el dinero, y simbólicamente el esclavo pasaba a ser propiedad del dios y por lo tanto libre de todo hombre. En eso pensaba Pablo. El hombre cristiano había sido comprado por Cristo; y por lo tanto, no importaba que hombre él podía ser, él era libre de todos los hombres porque era propiedad de Cristo.” William Barclay, The Letters to the Corinthians (Philadelphia:  Westminster Press, 1977),p.65.

“Los goles principales de los cristianos americanos son obtener seguridad financiera y posición social. Ellos quieren ser suficientemente piadosos pero prósperos. Pero la iglesia no es el centro de sus vidas; es un decir en la orilla de sus preocupaciones. No es la estación misionera a partir de la cual la vocación de su reino fue discernida y apoyada, sino que un centro de terapia que apoya a sus carreras... la sociedad americana nos entrena para ser productores-consumidores patriotas.” Richard Lovelace, Renewal As a Way of Life (Downers Grove:  Inter Varsity Press, 1985),pp.167,168.

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