- falsedad vs veracidad (v.25)
- enojo correcto vs. enojo incorrecto (v.26,27,31,32)
- robo vs. compartir (v.28)
- palabras corruptas vs palabras edificantes (v.29).
Introducción:
El siguiente capítulo y medio hablaremos de moral.
El hombre es irremediablemente moral (explicar). El asunto no es “¿Tenemos nosotros moral?” sino “¿Cuál será la base o la fuente de nuestra moral?”
Un pequeño contraste entre la ética secular que trata de derivar la moral a partir de la naturaleza o de la conveniencia social; y la ética teísta que deriva la moral a partir de un Dios personal, el infinito Dios personal que nos creó a su imagen y que se ha revelado a nosotros a través de su Palabra, la Biblia. Pero esto aún no es suficiente. La ética cristiana no es algo que se deba tomar legalistícamente, como si fuera un sistema moral autosuficiente. La ética cristiana es lo que viven aquellos que están personalmente unidos con Cristo, y en aquellos habita, por lo tanto, Su Espíritu. El Espíritu Santo de Dios tiene un rol predominante en la ética para el cristiano.
No tenemos que comenzar cada día con una lista de cosas para recordar qué debemos o no debemos hacer. El Espíritu Santo nos convencerá acerca de esto, esencialmente, al caminar con Cristo, (Jer. 31:31-34). De hecho, nos damos cuenta de que Dios nos instruye personalmente y en nuestro corazón, acerca de los asuntos morales en nuestras vidas.
Las cosas que hacíamos sin ni siquiera pensarlo, repentinamente no nos sentimos agradados de hacerlas más (Ejemplos). Podemos hacer caso omiso a Su instrucción, pero esto duele a Dios, y porque estamos personalmente unidos con El, nos duele también a nosotros, aún cuando, ya hemos sido sellados en Cristo.
No tenemos que vivir de esta manera por mero poder de la voluntad. El Espíritu Santo quiere llenarnos (5:18) para ejercer su influencia y transformar nuestras vidas. Vamos a escoger permitirle hacer esto, en vez de obstaculizar su obra en nosotros. Vamos a presentarnos a Dios en estas áreas específicas y le vamos a pedir a Cristo que muestre su fruto a través de nosotros.
Probablemente, va a ser gradual, casi imperceptible hasta que alguien lo note y te lo señale, pero es una transformación verdadera.
Evangelio:
¿Tienes al Espíritu de Dios morando en ti? Si no es así, ¿por qué no le recibes, pidiendo a Dios que te perdone a través de Cristo, y te dé Su Espíritu?
¿Qué tipo de vida quiere Cristo manifestar a través de nosotros? Se muestra desde el v.5:2 que el tema predominante es el amor: transformando un estilo de vida basado en el autoservicio hacia el dar a los demás. Por esto Cristo y Pablo dicen que el amor es el cumplimiento de la ley. Dios quiere cambiar la forma en que nos relacionamos con otros, del egoísmo a dar amor genuino.
Pero ¿cómo es esto? Manson tenía una definición, tú puedes tener otra, pero si somos cristianos, debemos desear conocer la definición de Dios Y es lo que dice 4:25-5:17.
Aquí necesitamos tener nuestras dos manos en la Gracia para que así podamos dejar que ésta haga impacto en nuestras vidas. Te agradezco Dios el hecho de que aunque falle ésto no hace diferencia en Tu amor por mí. Te agradezco Dios que quieras cambiarme en estas áreas y deseo que lo hagas con Tu poder.
Falsedad/Veracidad (4:25)
Esto se refiere no solamente a mentiras manifiestas, o mentir en los impuestos, etc. Sino que se refiere a cualquier forma de ocultar la verdad en nuestras relaciones unos con otros para protegernos o sacar ventaja sobre la otra persona. Lo más importante no es sólo no mentir. El ser verdaderos unos con otros. Hay dos formas en que el NT enfatiza esta área.
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No siendo honesto y vulnerable acerca de tus pecados y errores, porque no quieres aparecer como “no íntegro”. Esto es vivir una doble vida, que destruye la vida espiritual tanto individual como grupal.
En vez, Santiago 5:16 dice que necesitamos ser verdaderos el uno con el otro acerca de nuestros pecados para que seamos sanados. Hay calificativos legítimos para esto (quién y cuándo), pero si estamos caminando con Cristo, y él está yendo con nosotros, estaremos aprendiendo la importancia de hacer esto.
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No corregir a otra persona acerca de algo que le está dañando, porque no deseas enfrentar el temor del rechazo, su ira, etc.
En vez, Gálatas 6:2 dice que debemos estar dispuestos a ir y enfrentar la situación para restaurar a la persona. Los demás necesitan nuestra intervención amorosa.
Sí, debemos hacer esto amorosamente. Sí, debemos hacer esto con gentileza y humildad. Sí, debemos ser pacientes y no rígidos. Pero debemos estar dispuestos a hacer esto, porque nos amamos unos a otros lo suficiente que no podemos sentarnos ociosamente mientras que los demás van al barranco espiritual.
Por esto Pablo dice que debemos ser verdaderos los unos con los otros, “porque somos miembros los unos de los con otros” (Efesios 5:25). Necesitamos ser verdaderos unos con otros, porque Dios obra a través nuestro de esta manera para producir crecimiento (4:15).
Lamentablemente, la iglesia cristiana/evangélica es a menudo una conspiración de falsedad. Con gente viviendo vidas dobles y que nunca comparten lo que verdaderamente les ocurre.
Gente viéndose unos a otros morir en pecado y no levantando ni un dedo para ayudar. ¡Que Dios nos libre de esto! ¡Que Él nos enseñe transparencia y que nosotros valoremos esto como una de nuestras más preciosas posesiones!
Enojo con pecado/Enojo sin pecado (4:26,27,31,32):
Mientras que muchas religiones sostienen que el enojo es siempre malo, la Biblia está en desacuerdo. Existe el enojo correcto. Jesucristo se enojó (Mt.23:13-33; Juan 2:15-16). El estaba enojado por la maldad y su efecto destructivo en las personas, y si nosotros nos dejamos influenciar por esto, también seremos iguales.
El ideal estoico está lejos del cristiano y muchos de quienes estemos orgullosos de nunca enojarnos ¡deberíamos preguntarnos si realmente cuidamos de las personas!
Pero el enojo es una emoción poderosamente fuerte y puede fácilmente salirse de control. Por eso Pablo nos recuerda que no dejemos que el sol se ponga sobre nuestro enojo. Podemos expresar enojo adecuadamente y con disciplina, pero si lo dejamos y permanecemos sin él podemos albergar resentimiento, y aquí ya se pierde el control y se convierte en pecado. (ver v.31).
Y la amargura es la puerta de entrada al maligno a nuestras vidas (v.27). ¿Te das cuenta del peligro que enfrentas cuando tú te das el lujo del enojo incorrecto?
Permites que el Diablo trabaje a través tuyo para destruir al pueblo de Dios, en vez de cordar que debes unirte a otros cristianos en contra del Diablo? Para nuestra vergüenza debemos admitir que rara vez Satanás tiene que recurrir a medidas extraordinarias en nuestra vida para lograr esto, ya que es capaz de neutralizarnos con lo básico: y la desunión (dividir y triunfar) es una de las formas básicas. Algunos de ustedes están haciendo eso hoy. Estás amargado con tu hermano o tu hermana en Cristo. Tienes todo tipo de razones para justificarlo, pero no está bien. Ningún pecado puede justificar el odio y la amargura.
¿Cuál es el remedio? el v.32 dice que expresando benignidad y perdón. Dices ¿cómo puedes esperar que yo haga eso después de lo que me hicieron? Bien, que tal, “porque tú hiciste eso y peor a Dios, y El te perdona y es bueno contigo”. ¿Quieres que Dios te rechace y te odie cuando pecas contra El? Entonces, ¿por qué te atreves a reservarte el derecho a hacerlo con otros? Esto contrista al Espíritu de Dios dentro de nosotros, por la hipocresía y porque está lejos de expresar el carácter de Dios. Que Dios abra nuestros ojos para que veamos cuánto hemos sido perdonados, para que nuestros corazones no perdonadores lleguen a ser intolerables a otros.
Robar/Compartir (4:28):
Robar se refiere obviamente al robo abierto. También se podría referir al robo de recursos del Cuerpo de Cristo, rehusando trabajar (1 Tes. 4:11,12) y quizás al robo por flojera en el trabajo. Definitivamente, no debemos robar, no debemos convertirnos innecesariamente en una carga para otros, y debemos tener una reputación de ser ¡trabajadores esforzados!. Pero, veamos la razón para esto. Pablo no dice “no robes, busca trabajo y logra tener dinero para que seas alguien” (ética norte americana). Esta es una confusión seria y Dios quiere liberarte de ella. Tu identidad está en Cristo, descubre el significado de crecer en El y de hacer Su voluntad; y ¡no en acumular cosas!
Pablo dice que debemos trabajar “para que podamos tener algo para compartir con aquel que lo necesita”. Dios se dio a sí mismo, y desea expresar esto a través tuyo. Por lo tanto, Pablo nos llama a reemplazar la pereza y avaricia con generosidad responsable hacia otros.
Contrasta esto con la mentalidad de aquel que cuando considera los gastos dice “Puedo solventarlo”. ¿Pero qué de las personas necesitadas espiritual y físicamente?
Tú dices,”no quiero llegar a ser irresponsable” ¿Es éste tu problema? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste responsable en dar? O ¿es tu problema (como el mío) más bien el ser tacaño? Dices “No quiero ser legalista. Siempre hay más personas necesitadas que el exceso de dinero que yo tengo”. “¿Cuál es el límite?”. ¿Pides regularmente a Dios para que te guíe y ponga convicción en ti acerca de aquellas necesidades que tú puedes suplir?
¿Has aceptado que tu dinero es propiedad de Dios? ¿Has entendido que El desea ministrar a otros a través de ti de esta manera? ¿Has establecido un hábito regular, generoso de dar al que lo necesita (tanto espiritual como material), como también te has abierto al dar espontáneo? Yo no te estoy diciendo que des a determinada persona; da a ministerios cristianos o a cristianos, pero ¡¡¡Da!!!
Palabras Corruptas/Edificantes (4:29,30):
Este es un texto con fundamento contra el maldecir. Jurar en el nombre de Dios es malo, pero Pablo no está hablando de eso aquí. Más bien está hablando de palabras “corruptas”, palabras que hablan pudrición y descomposición hacia otros, sarcasmo, cinismo, humillaciones, etc. Palabras que aplastan espiritualmente a las personas (quejarte acerca de tu situación, negatividad destructiva acerca de otros, etc).
Desarrolla la capacidad de edificar y animar, de levantar los ojos de las personas hacia la bondad de Dios.
Para que te des cuenta lo poderoso que es esto, piensa en la última vez en que alguien lo hizo por ti. Yo puedo recordar cosas así que me las dijeron 18,19 años atrás.
Aprende a cambiar las conversaciones “corruptas”, haciendo esto (no emitiendo juicios). Aprende a hacer de esto una meta con una persona en forma sistemática (por ejemplo después de cada reunión). Practica teniendo una conversación como esta, con tu esposo, hijos, amigos cristianos.
Resiste la carnal mentira que el edificar inflará a las personas. Dios trabajará en ti para que edifiques a las personas de maneras entretenidas y agradables. Muchos de ustedes se sienten frustrados porque no tienen un ministerio formal.¡¡¡Comienza aquí!!!
Conclusión:
Esto es espiritualidad básica. Es emocionante y poderosa. Démosle nuestras vidas al Señor y pidámosle que nos transforme.